Desafortunadamente Aristóteles se convirtió en la fuente del pensamiento
griego, y todavía mas desafortunadamente, el pensamiento griego se convirtió en
base de la mentalidad occidental...
Heráclito no cree en las cosas, sino
en los procesos. Para él, el proceso es Dios. Y si observas atentamente, verás
que en el mundo no hay COSAS; todo es un proceso. En efecto, emplear la palabra
"ES" es un error existencial, porque todo está en proceso de ser. No
hay nada en estado de ser, ¡nada!
Cuando dices, "este es un
árbol", antes de terminar la frase el árbol ya ha crecido. Por tanto, la
afirmación es falsa en si misma. El árbol nunca esta estático. Por tanto, ¿Cómo
puedes utilizar la palabra "es"? Siempre esta en proceso de
transformarse en algo diferente. Todo está en movimiento, en crecimiento, en
proceso. La vida es movimiento. Es como un río, siempre en movimiento.
Heráclito dice: "No podemos bañarnos dos veces en el mismo río"
porque cuando entramos en él la segunda vez, ya se ha movido. Es una corriente.
¿Podemos encontrarnos dos veces con la misma persona? ¡Imposible! Hoy no soy el
que era ayer ¿Lo eres tu? Los dos ríos han cambiado. Podrás volver aquí mañana,
pero no me encontrarás; habrá alguien más en mi lugar.
La vida es cambio. "Solamente el
cambio es eterno", dice Heráclito, solamente el cambio nunca cambia. Todo
lo demás cambia. Heráclito cree en la revolución permanente. Todo está en
revolución. Así es. Ser significa transformarse. Permanecer donde estás
significa moverte; no puedes permanecer quieto porque nada es estático. Ni
siquiera las montañas -los Himalayas- están en estado estático. Se mueven con
rapidez. Nacen y después mueren. Los Himalayas forman uno de los sistemas
montañosos más jóvenes del mundo, y continúan creciendo. No han alcanzado su pico
de crecimiento todavía. Continúan creciendo 30 cm por año. Hay montañas viejas
que ya han alcanzado su pico de crecimiento; ahora comienzan a caer, a
envejecer, con sus espaldas encorvadas.
Eddington dijo que la única palabra
falsa es "reposo". Nada está en reposo porque no puede estarlo; la
palabra es falsa porque no refleja realidad alguna. La palabra "es"
solamente se encuentra en el lenguaje. En la vida, en la existencia, no hay
"es"; todo está en proceso de ser. El propio Heráclito, cuando habla
del río -y el símbolo del río está en la profundidad de su ser- dice que no
podemos bañarnos dos veces en el mismo río y que, aunque lo hagamos, somos los
mismos y no somos los mismos. Solo en apariencia somos los mismos; no solamente
el río ha cambiado, también hemos cambiado nosotros.
Este es el mensaje más profundo de
Heráclito: todo fluye y cambia, todo se mueve y no hay nada estático. Tan
pronto como te aferras, dejas pasar la realidad. Aferrarse se convierte en un
problema porque mientras te aferras, la realidad cambia.
Ayer me amabas; hoy estás lleno de
ira. Si me aferro al ayer tendría que decirte, "Debes amarme hoy porque
ayer me declaraste tu cariño y me dijiste que me amarías por siempre. ¿Qué
pasó?", no hay nada que hacer. Ayer, cuando dijiste que me amarías por
siempre, lo dijiste sinceramente. Tu afirmación no fue falsa, pero tampoco fue
una promesa; fue sencillamente tu estado de ánimo y yo di más crédito del que
debí. En ese momento sentías que me amarías por siempre, eternamente, y no fue
una mentira. Fuiste fiel "al momento", a tu estado de ánimo, pero ese
estado de ánimo ha desaparecido. Quien lo dijo ya no existe. Y si se fue, se
fue y nada puede hacerse al respecto. No es posible forzar el amor. Sin
embargo, eso es lo que hacemos, y de paso provocamos mares de tristeza. El
esposo dice, "¡Ámame!". La esposa dice, "Ámame porque lo
prometiste. ¿Acaso olvidaste los días de nuestros noviazgo?". Pero esos
días ya pasaron. Las dos personas tampoco están. ¿Acaso es el mismo hombre de
cuando tenía veinte años? Muchas cosas han pasado; mucha agua del Ganges ha
corrido. Tu tampoco eres el mismo.
"supe que una noche la esposa de
Mulla Nasruddin le dijo: "Ya no me amas, ya no me besas, ya no me abrazas.
¿Recuerdas cuando me cortejabas? Me mordías y yo te adoraba. ¿Podrías morderme
una vez más?".
Nasruddin se levantó de la cama.
"¿Adonde vas?" preguntó su esposa.
"Al baño a buscar mi caja de dientes", replicó el.
"Al baño a buscar mi caja de dientes", replicó el.
Osho
La armonía oculta
Conversaciones sobre Heráclito.
La armonía oculta
Conversaciones sobre Heráclito.
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